Enigmática

Tras la falsa luz que envuelve mi
alma marchita y aletargada
vago por mi oscuro mundo
de odio, frío y su gran soledad.

Recuerdo su sonrisa vagamente
enigmática, su mirada se cruzó
con la mía, mi corazón comenzó
a latir sin control, un latir que
poco duró.

Pues días después mientras
caminaba por la playa un cuerpo
que arrastaba la marea se cruzó...
mis ojos vislumbraron mi
muerte hallada.

Nunca deje de recordar su hermosa
y enigmática mirada, pues culpa
fue de ella la que me trajo hasta
aquí, a nuestro faro donde empujaste
mi delicado cuerpo al vacío y húmedo
mar helado.
¿porqué?
me tiraste como un viejo trapo,
no fui nada para tí, fueron horas,
días, los que bailamos en nuestro
faro convirtiéndolo en nuestro salón
de baile y ahora no es más que
el recuerdo permanente de
tu cobarde acción.

Lágrimas de saber que no habrá
nadie que me de la paz que mi 
alma necesita, pues caminado
por mi oscuro mundo gris, frío
sosegado, tan solo esperando
a que llegue el momento de
desvanecerse entre la marea
que va y viene y sol apagándose
en poniente… —hermoso atardecer,
el que mis ojos veran por última vez.

Pensamiento adquirido

Dulce la agonía que desprende su aroma,
intensificada por la acidez de tu desprecio
hacia mi persona; cuán sirviente es la
soledad enmarañada en mi tiempo,
secuencial quedan los recuerdos en
vacío lleno, roto, hecho añicos quedan
en un solo latido.

Saladas las lágrimas, caen, en cada
palabra transformada, en juicio sin
opinión ni pensamiento adquirido;
no único sino muchos copiados
los cuales no tienen precio ni valor,
maldecidos en cada instante que se
insinuaron en ser mencionados.

Espuma de mar

Tierra que tragas sin estar humedecida, 
es polvo acumulado en tus entrañas;
tan tristes las palabras rotas que 
emergen de tu mente sin mencionarlas; 
habitan en tu piel como cicatrices pulidas
que gritan mientras duermes.

Al acecho de las tormentas 
habitadas en mi recuerdos
dulces y empalagosas, 
sonoras cuales quieran gritar 
en ausencia de mi presencia, 
tintineante la campana 
suena y resuena en una 
habitación de espuma de mar. 

De marfil se volvieron mis lágrimas, 
pálida la mirada entorpece el paso de 
cemento mojado, verde y agrietado
que mi pies alberga; secas mis venas
al alza del bosque inhabitado, 
solitario entre la maleza roja sin alimentar.

Al compás del tiempo

No dulce sin espacios que ocultan  
mentiras, ni entristecen la salinidad 
de las lágrimas al suavizar la boca 
por la que salen, sin ver en la dirección 
cuales cogen, la lluvia entorpece la visión
borrosa nacida entre la maleza de espino
y la caricia de una rosa. 

Verbo amante del ser hiriente aúlla
al latir de un corazón sin cuerpo; en 
silencio calla la gota de sangre que 
emerge de la piel rota, quebradiza 
de mármol que porta está alma inerte.

Un silbido se cuela en la mente tarumba
de una ya vieja amiga, de palabra arrugada 
y mirada entristecida; de pensamiento 
tortuoso, tenebroso que al compás del tiempo
baila; marca el ritmo la agujas de un reloj 
de seda humedecida con agua de rosas y 
engranajes de espino.

Corazón herido

Con solo acercar la mano al agua
de ella emana frío, la brisa que arrastra
el aliento que emerge de mi cuerpo y
que se disipa entre la bruma de la mañana.

Escondida entre la penumbra y el despertar 
sin sueño, cerca estoy del filo de la navaja 
que se tatuó en mi cuello.

El eco de mis últimos latidos resuena
en la viejas dependencias, vacías y
llenas de polvo, la madera putrefacta 
embellece cada recoveco, que habitó 
una vez mi alma.

Fluye la sangre desde mi garganta
al húmedo suelo de mármol, que tantas
lágrimas a recogido, siendo testigo de los 
gritos de silencio que salían de mi pecho
y en ellos se quedó grabado el recuerdo;
de una mirada aterradora, unas manos
llenas de odio y un corazón herido...

Lo permití

El grito desesperado que sale de
mi garganta y acalla el silencio,
encadenada a la tierra que piso
emana sangre de las heridas que
el paso del tiempo siguió abriendo
en mi cuerpo desnudo y frío.

Lágrimas que ya no salen de mis
ojos, secos se quedaron de haber
derramado ríos por ellos.

De mi boca un aliento helado y
putrefacto por callar cuando
debí hablar y silenciar a los
que gritaban más alto que yo,
se descomponen mis ideas entre
mi entumecida lengua, agrietada
y lastimada por cada vez que
prohibí sus movimientos.


Mis oídos se cansaron, se cansaron
de oír falsas verdades que
inocentemente me creí, como una
niña tonta que cree en hadas y
en castillos flotantes, caí al vacío
de la verdad y me rompí en su silencio,
en ese atronador silencio que te
despierta bruscamente de un sueño
lúcido y angustioso del cual
solo quieres salir.


Corriendo, corriendo me encuentro
entre mi realidad y mares de tinta
que se me tatuaron en el alma y el
corazón distorsionado de las palizas
que le fui dando durante años y
que sin embargo... lo permití.

AGRADECIMIENTOS

Hoy Lunes 15 de Octubre de 2018 quiero dar las gracias a dos ARTISTAS de la ilustración, que se molestaron en querer interpretar mi poema, de la mejor manera que ellos solo saben... alzando el pincel y trazando lineas, dando vida y sentido a cada verso que escribí con mi corazón, con mi alma, momentos en los que creí que las lineas se dibujaban con mi sangre.

Como soy de buenos modales, de los que se inculcan desde hace tiempo, empezaré con una bella dama de cabello rosa y mirada azul cielo, su nombre artístico es Shairys, «es la reina del décimo reino» que crea obras de arte tanto de forma clásica, en lienzos, como en forma digital.


Speed-vídeo del proceso de creación: 

    Aquí la imagen finalizada:

Sus redes sociales:


Instagram: https://www.instagram.com/shairys_bj/

Twitter: https://twitter.com/ShairysBJ

Youtube: https://www.youtube.com/c/ShairysBj

Canal de Youtube de manualidades:    https://www.youtube.com/channel/UCMJosctndch5VR7NbhGe1qg

Blog: http://ilustracionesshairysbj.blogspot.com/?view=classic

Canal de Twich donde hace los directos: https://www.twitch.tv/shairysbj


Ahora le toca a un hombre encantador y guapete, que también a creado su propio mundo entorno al arte pero del cómic, practica todos los días y es algo que puede llegar a hipnotizar, su nombre artístico es TheKristianE y su interpretación me dejó perpleja, por que es algo que realmente no me esperaba que hiciera y quiero agradecérselo de alguna forma y es por eso que publicaré su ilustración:

Sus redes sociales:

Instagram: https://www.instagram.com/thekristiane/

Twitter: https://twitter.com/The_Kristiane?lang=es

ArtStation: https://www.artstation.com/the_kristiane

Canal de twich: https://www.twitch.tv/thekristiane

La mirada

Vuelve a formarse ese camino
delante de mí, sin preámbulos,
sin mentiras que rompan mi alma en dos.

Vuelven mis lágrimas a rozar mis
blancas mejillas, mis gritos de rabia
vuelven a mi garganta, reventando
el silencio, el cual llegue a creer
que se quedaría aquí conmigo 

a mi lado.


Vuelven las preguntas que fueron
respondidas en su momento,
vuelven las mismas melodías
de un piano desafinado, tan roto
por el paso del tiempo que se
deshace entre los huecos de
mis dedos.


Vuelven a formarse abismos a mi
alrededor, vientos huracanados
capaces de arrancar los mayores
miedos arraigados en mi interior.


Vuelven, tal vez vuelven mis
sonrisas las que llevo ocultando
durante años y creí olvidadas
en oscuras habitaciones creadas
solo para ser recordadas.


Se desvanecieron durante años
sueños que ahora vuelven
entre vigilias y eternas noches
de frío invierno.

Entre mantas me acobijo
esperando el primer rayo
de sol que entre por la ventana
e ilumine cada una de mis miradas
de las que ocultan, sentimientos, 

misteriosa es la mirada que 

atrapa y no te desprendes de ella
ni aunque cierres los ojos.

Linea recta

Enamorada, enamorada de la vida y
de la muerte, de la oscuridad del día
y de la luz de su fría noche.

Enamorada, enamorada de las grietas que
mi corazón posee, enamorada del dolor,
enamorada del fuego que un día quemó.

Enamorada, enamorada de las lágrimas
que derraman mis ojos y mi alma al
compás de una sola puta canción.

Enamorada, enamorada de la muerte
y del calor de su aliento que recorre
mi cuello, mi espalda y que sin
embargo repara mis alas sin
pedir nada a cambio.

Enamorada, enamorada del tiempo,
ese mismo tiempo que se me escapa
por cada puesta de sol y cada salida
de las estrellas, que con mis alas
me permito acariciarlas con la punta de
mis dedos.

Enamorada, enamorada del odio
con el que me transmitías cada palabra
y que me enviabas con el olvido.

Enamorada, enamorada de las palabras
en verso, en prosa, escritas a mano,
de las que no evolucionan entre años
si no entre personas.

Enamorada, enamorada de la vida
y de cada tormenta que me envía,
de cada rosa que se marchita a finales
de verano.

Enamorada, enamorada del silencio que
me provocan tus caricias, enamorada
del vacío que me dejaste tras tu marcha.

Amando y odiando, por que no puedo
amar sin odiar y odiar sin haber amado.

Enamorada, de la muerte, de su tierna
mirada, pero no puedo amar a la muerte
sin hacerlo con la vida y odiarlas por igual,
porque la vida es una línea que sube y baja
y la muerte… la muerte es una línea recta
que no tiene final.

Que asco de vida

Que asco de vida

que no avanza como debería
o como a mi me gustaría.

Que asco de vida
teniendo tanto que dar
lo único que recibo es rechazo
y alevosía.


Que asco de vida
llueve y nunca a gusto de todos
y el calor que deseamos en los

duros inviernos se nos escapa de las
manos.


Que asco de vida

tener que elegir entre estudiar o
trabajar, trabajar para permitirte estudiar,
estudiar para trabajar, esperando 

algún día poder disfrutar del tiempo.


Que asco de vida
no poder vivir de lo que te rodea
pues todo cambia y nada regresa
como esa nana que te cantaban de
pequeño.


Que asco de vida
el fuego quema y el frío
en soledad consigue lo mismo
nos recuerda lo efímero que es
cada momento perdido.


Que asco de vida
todo lo que toco me duele
muere, o se desvanece sin prejuicio.


Que asco de vida
no siento esto que escribo o 

tal vez si, nunca deslizare mi pluma
para no sentir nada a cambio.

Que asco de vida
con la llegada del otoño los amores
de verano se enfrían tanto o más que
el tiempo que se disfrutaron.

Que asco de vida
sigo sentada en la misma silla
que hace un año esperando escribir
algo con sentido en cada verso que imagino.


Que asco de vida
una poeta antisocial que novedad la mía

que no se me den bien ciertas personas.


Que asco de vida
no encuentro canción que me anime durante
las noches que he llorado bajo las sábanas,
sin embargo disfruto del sonido de
una buena tormenta.


Que asco de vida
suspiro entre cortados y sin encontrar
respuesta en las las largas bocanadas de aire
que salen de mi boca.


Que asco de vida
de día, de mes, de año, sin estar conforme
con lo que tengo a mi lado, una ausencia
que asusta y una soledad que enamora.

Un cerezo

El rugido del viento acaricia 
con suavidad la roca del acantilado
desde el que observo cada atardecer
desde hace años.

El grito del silencio acaricia 
con delicadeza cada tramo de mis 
recuerdos, recuerdos borrosos 
acumulados durante más años
de los que recuerdo…

La suavidad del frío arranca
con rabia y tristeza cada presencia 
tuya, fotografías que se congelan,
melodías que se van distorsionando 
a medida que las voy olvidando,
un vacío se apodera de cada rincón 
de la que era nuestra habitación,
durante los meses donde los árboles
se tiñen de rojo y cobre.

La ternura con la que olvido 
hace mella en mi alma y en mi 
corazón no tiene precio,
mil años han pasado desde que 
abandonaste las miradas que lo 
decían todo, silencios que gritaban
por nosotros y caricias que cualquier
pétalo de rosa o pluma pudiese envidiar…

Quisiste desaparecer, me borraste 
de tu vida y sin embargo me convertiste 
en lo que soy ahora…
Un recuerdo entre palabras, el reflejo de un 
recuerdo en un espejo, un recuerdo 
entre versos escritos bajo un cerezo, 
en un atardecer en primavera… era Marzo… 

(...Ambos fingimos perfectamente lo que no sentíamos…)

Polvo

Todo fluye, todo avanza
hacia delante, todo corre
y nunca retrocede…

Todo sube o baja, de derecha
a izquierda, engranajes que
amaron y odiaron, sin embargo
aprendieron de ello.

Engranajes que avanzan al mismo

compás, en fila india, en dirección
recta, sin detenerse, sin pensar en
nada más que en amar para acabar
odiando, a quienes les hicieron daño.

Engranajes únicos reparados
con piezas de segunda mano,
piezas baratas que al poco tendrán
que volver a ser sustituidas, por otras
igual de desgastadas, por su continuo uso.

Engranajes encajados con otros,
mecanismos complejos que solo
siguen una misma línea, amar y 

morir amando... 

hasta el último tick-tack…
Después se convertirán en polvo...

(Un latido más y todo volverá a su cauce)

Dejándome

Suave melodía suena al
rozar tus dedos con mi piel,
al acercar tus labios a mi pecho

brota una melodía al ver mi
corazón romper en llanto.

El silencio de tu mirada
despierta a gritos la mía,

callado se quedo el silencio
y nuestras miradas se tornaron
eternas pues frenarón el
el tiempo.

Vuelve, vuelve el dolor de
tu recuerdo, vuelve el vacío
que dejaste aquí dentro y que
en pequeños fragmentos entre
minutos, olvido.

Mis lágrimas derramadas
son la eterna presencia de que
estuviste a mi lado amando y
odiando mis pequeños defectos
aun así decidiste marcharte,
dejándome respirando a este
otro lado de la muerte...

(lloro… lloro entre la lluvia y el olvido).

  

 

Existencia

Qué silencio tan frío y hermoso
vuelve a recorrer mi criterio…
qué vacío está mi cuerpo
de emociones que se evaporan
sin más remedio.

Vuelve la paz que tanto deseaba
que tanto he añorado en los días
de las más magnánimas tormentas,
vuelve esa paz, ahora en el lado
izquierdo de mi pecho.

No hay dolor, solo las cicatrices
que tus palabras que dejaron en
mi piel, sin embargo tu mirada
sigue perdida en un bosque
donde todo es cordura…

Verme derramar lágrimas era
tu pasatiempo favorito, te pasabas
horas susurrándome, mientras me
oías gritar desde dentro.

Nunca terminabas tus frases
hasta que no decias:
—Eres mi mujer defectuosa.
mientras cerrabas tu mano
con fuerza sujetando mi cuello…

Ahora solo eres el mayor
recuerdo que quisiera olvidar,
olvidar cada palabra, cada signo
de dolor que me grabaste cada
día de tu putrefacta y mera existencia...

Un tiempo

Gritándole al tiempo me 
encuentro cada mañana 
al despertar.

Un tiempo que pierdo
que no encuentro ni 
en la luz del sol ni en 
la oscuridad de la noche.

Un tiempo que me devuelve 
el grito, un grito que me desgarra
por dentro y me hace sangrar 
por fuera.

Un tiempo que es pintado,
inventado, un tiempo 
que cargo en mi espalda,
un tiempo que me abandona 
cuanto más lo busco.

Un tiempo que odia y ama
a la vez que crea las tormentas
y huracanes a los cuales 
he de enfrentar si o si…

¡Un tiempo que miente mirándome 
a los ojos, que manipula cada paso 
que doy, que tergiversa los recuerdos
que llegue a olvidar!

Un tiempo que me hace llorar,
que me hace volver a gritarle  
con la misma fuerza con la 
que llegue a odiar.

Un tiempo que es incapaz
de tocarme el alma pero que 
endureció mi corazón como si 
de diamante y acero hubiese 
sido creado y... ardiendo lo
encajaron en mi pecho.

Rabía

Soy de un mundo oscuro,
donde predomina la muerte,
las tumbas que en el suelo envejecen
por el único paso del tiempo.

Soy parte de esa soledad,
de ver pasar las horas en las
manecillas en un reloj que ya
dejó de avanzar

Soy de las que ven la
belleza en el polvo acumulado
en los recuerdos, soy el pasado
recuerdo, de una mirada tierna,
de unas cartas escritas a mano,
de un vinilo desgastado,
de un rosal sin rosas,
sin luz que ilumine mis pasos
de los caminos que antes continuaba
con los ojos cerrados,
de unas caricias que se tatúan
hasta en los huesos, de un hasta pronto,
porque un adiós es demasiado
doloroso.

Soy de lágrimas continuas,
de tristeza arraigada en mi corazón
y un alma partida en dos…
Soy de haber llevado tormentas eléctricas
pegadas a mi espalda que crearon raíces
a lo largo de mis venas y un dolor tan
agudo en mi pecho, que me prohíbe
mencionar palabra alguna.

Soy de las que llegó a sacrificar
años de su vida por una marcha
que nunca regresará, de la que ha dado,
sin querer recibir nada a cambio,
de las que aún conserva cicatrices
por las guerras que ha pasado,
cicatrices que veo en el espejo
cada mañana al despertar y
las mismas que veo cada anochecer
antes de acostarme.

Con rabia he resumido en estos versos
años de dolor que oculto en cada
una de mis sonrisas,en cada uno de mis
sueños y pesadillas, en cada gris cielo
y a pesar de ello…
¿Aun me quieres seguir conociendo?

Sin recuerdo

Un libro de viejas páginas y 
humedecidas descansa en lo 
que antaño era mi hogar.

Palabras que se han ido 
borrando de mi memoria 
por el paso del tiempo, 
años de recuerdos 
se van sin dejar nada.

Mis últimos recuerdos; 
una tarde al borde de un 
acantilado y con la brisa 
marina entrelazabas tus 
dedos en mi pelo.

Recuerdo que con tristeza 
mañanas frías que se tatuaron
en mis huesos, cicatrices de aquellas
heridas bien me lo recuerdan, 
en cada tormenta de invierno.

Recuerdo tus caricias en las 
eternas noches de primavera
tu mirada perdida por mi cuerpo,
tus susurros acariciaban mis oídos
tus blancas alas protegían
los latidos de mi corazón y 
mi alma… recuerdo tu miedo, 
a que me desvaneciera, a que 
me convirtiera en polvo,
en tiempo sin retorno.

¡Y ahora eres tú el que no está, 
fuiste tu el que se desvaneció
el que acabó convirtiéndose 
en un tiempo sin recuerdo!  

Vacío cuerpo

Un demonio amarillo de ojos negros 
se esconde cada mañana 
en un rincón de mi habitación.

Esperando a que llegue su noche 
para hablarme en cortos y 
aterradores susurros.

Mentiras balbucea su boca,
mentiras que inundan mi corazón
y lo envenena desde dentro.

Cada noche mis oídos escuchan 
su voz, una voz que invade mis 
recuerdos de cruel forma y a la vez
sutil y tierna.

Un diablo amarillo de ojos negros
lentamente me está arrancando el alma,
con una malévola sonrisa, introduce 
su mano en mi pecho.  

Mi garganta estalló, soportando un 
dolor agonizante cuanto menos,
mis ojos inundados de agua salada
se cerraron con fuerza.

Mis pulmones dejaron de funcionar,
mi corazón dejó de latir y el demonio 
amarillo de ojos negros me llevó 
arrastrando mi vacío cuerpo.

Ahora rodeada de mil demonios 
amarillos de ojos negros, 
vagando por las dunas de este valle
inhóspito, donde la muerte grita, 
—¡silencio! —y el silencio arrastra
el hedor de la muerte.

Mi pecho

Me gustan lo amores
antiguos, de los que se
plasmaron en cartas largas
escritas a mano.

Me gusta la espera que suponía
la respuesta de tres días los
cuales pareciese una
larga eternidad pero que 
aun así merecían la pena.

Me gustan los buenos modales
de los — disculpe señorita—
de esos modales que se
esfumaron tristemente
con el paso los años.

Me gustan las miradas
largas, de las que te quedas
prendada hipnotizada
de almas y latidos poco
comunes pero igual de
intensos como un amor
de verano.

Me gusta estar segura de mi
misma aunque al día siguiente
parezca una loca y dude de
mi propia jodida existencia.

Me gusta la música que entra
y se queda en mi recuerdos
como si de un eterno beso
se tratase, como si acariciasen
mi cuerpo durante tres minutos.

Me gusta un buen poema
de los que se tatúan en la
piel, de los que los que se te
quedan grabados en la retina,
de los que serías capaz de
memorizar solo para susurrarle
palabra por palabra a ese alguien
que te hace sentir especial.

Me gusta esa sensación, esa
ausencia de que aunque faltes
en el lado derecho de mi cama,
nunca dejaras de latir en el lado
izquierdo de mi pecho.

Silencio

Silencio, silencio, silencio,
un silencio que calla, que grita,
un silencio que llora en su 
inmensa agonía.

Silencio, un silencio 
que no despierta, un silencio 
húmedo y seco, un silencio
lejano, un silencio familiar, 
un silencio que te susurra,
un silencio que duerme contigo
en tu almohada.

Silencio, un silencio roto por tus 
putas mentiras, un silencio que rebienta
cuando hablas, un silencio que espera,
que se impacienta, un silencio que se olvida.

Silencio, un silencio que no calla
un silencio que tortura
un silencio que odias y amas,
un silencio en la fina lluvia
es un silencio frío y caótico entre sábanas.

Silencio, silencio en tu respiración
en los latidos de tu corazón
un silencio permanente en tu mente 
es un silencio que no se manifiesta,
un silencio que se ahoga y se hunde.

Silencio, un silencio entre palabras
un silencio que habita en mis 
oscuros y turbios recuerdos, 
es un silencio que no alivia 
un silencio que no cuida, un silencio 
que duele noche tras noche y día tras día.

Silencio, el silencio es la respuesta
a mis putas y eternas preguntas, 
silencio entre tormentas donde no 
se encuentra la paz, es un silencio 
que enloquece, es un silencio que 
mata o te hace más fuerte.

Olvido

Camino sobre un puente, 
bajo mis pies su frío acero
choca con mi piel, bajo 
el puente el río que cruza 
de lado a lado hasta el 
olvido de mi existencia y 
que sólo espera mi caída.

Un cielo gris se cierne sobre
mi, la nubes empiezan a 
llorar y el frío entra en mis
huesos sin piedad alguna.

Y… caigo, caigo lentamente
mirando el gris cielo con sus 
lágrimas rozándome las heridas,
las cicatrices se van abriendo
a medida que continúa mi caída…

Me doy de bruces contra el agua 
tan dura como el cemento, dolor,
un dolor tan atroz que mis lágrimas 
se pintaron de rojo fuego y 
mi garganta reventó el silencio.

Chocando con cada saliente, 
con cada roca, nuevas heridas 
se siguen abriendo, ahora en mi 
partida alma…

Y… salgo volando por la catarata 
del final del río, lanzada hacia el 
silencio y su perturbador, agobiante, 
estremecedor… olvido.

Dentro de mi

Un dolor en el pecho
que se acumula día tras
día, donde no hay compasión
en la fuerza que ejerce
sobre de mi.

Veo el odio en su mirada
deseando mi muerte, una
muerte no anunciada.


Veo el desprecio en sus
palabras, tajantes que
me parten el alma,
veo su sonrisa burlona
la misma que cuando
me giro, la oigo a
mis espaldas.


Noto sus caricias ásperas
como lijas, noto su corazón
bombeando cenizas quemado
por sus mentiras que lentamente
van creciendo dentro de mi.

Bienvenido

Bienvenido a mi mundo...

donde los años no nacen

y los pétalos de las rosas

se marchitan dejando a la

vista sus dolorosas espinas.

Donde el suelo polvoriento

árido y sin vida es continuo

infinito, frío y solitario.

Bienvenido a mi mundo...

donde mi corazón dejó de

latir hace ya mil años,

donde mis lágrimas son

continuas y el amor que

llegue a sentir hacia mi misma

se evaporó.

Donde los abrazos tan eternos como

años tiene la vida se desvanecieron,

se esfumarón como el polvo que

levanta las continuas tormentas

creadas en este abismo soñado.

Cicatrices hermanas lleva mi cuerpo,

mi alma escondida en algún lugar de

mi recuerdo.

Sin dejar de recorrer este

lugar de forma continua,

mi luz se apagó, ya no hay

chispa que encienda ningún fuego.

Bienvenido a mi mundo...

donde la desesperación y

los gritos desgarra mi garganta

hasta hacerla sangrar, sin embargo

solo se oye el eco de mi olvido.

Bienvenido a mi infierno helado,

congelado por el paso del tiempo

negro, el cual continúa sin

importar a quien arrastra

mientras avanza sin descanso,

de forma eterna por este valle

del silencio.

Agrietadas, rotas se quedaron mis

voces, mis continuas lágrimas

se congelaron y el recuerdo

hizo estallar lo poco que quedó

de mí, convirtiéndome en parte

de este hermoso lugar que te obliga

a caminar en solitario.

Bienvenido a mi mundo...

La más cobarde

Siento como el vacío se clava en mi pecho,
como el aire deja de serle útil a mis pulmones
como el latido de mi corazón, abandona sin 
cuestionar la razón, una razón de peso.

Lentamente alterando cada molécula y 
átomo de mi cuerpo, va escogiendo un 
camino propio sin pensar, sin sentir, 
sin elegir, saben muy bien 
qué es lo que están haciendo.

La desintegración de mi alma da 
comienzo luces, como de luciérnagas 
se alzan al vuelo a la luz de la luna y 
al cobijo de su sombra.

Brisa, una brisa las arrastra hasta el 
centro de un bosque desierto donde se 
perderá su pista, donde cada paso da 
comienzo del final que siempre estuvo 
esperando, a pesar de ello una parte de ella, 
se niega a marcharse, y la otra coge el impulso  
para desplegar sus alas las cuales heridas y 
rotas las arrastró estando en vida… una vida sin 
risas y llenas de lágrimas tan grandes como el 
vasto océano y frías como el hielo.

Plegarias sin creencias mencionaba sus 
cuerdas vocales, un silencio tan atronador 
que movió el suelo que pisaba y en él, 
allí mi cuerpo ya descansaba, ella, mi alma se 
despidió de la tortura que le atormentaba
con una sonrisa casi de oreja a oreja y a la 
vez con tristeza en su mirada, despidiéndose 
de los ángeles que le acompañaba en vida; 
quedándose en el oscuro, frío y desolador 
mundo del cual huían, solo que una 
logró hacerlo y … no fue la mejor de las maneras, 
si no la más cobarde de todas.

Patéticos seres humanos

Patéticos seres humanos... 
se mienten mientras se miran a los ojos, 
se traicionan unos a otros, manipulan multitudes... 

Patéticos seres humanos siendo 
capaces de amar con el corazón insensatos son de 
arrancárselos entre ellos mismos... 

Incapaces de reconocer la verdad
cuando delante la tienen, 
incapaces de escuchar con el alma, 
incapaces de sentir la verdadera belleza 
de la cual se compone el mundo 
en el que viven, 
destruyendo su propia y verdadera esencia... 

Patéticos seres humanos... 
hacen de lo sencillo... complicado, 
de lo bello... ignorado... 
de la inteligencia una idiotez... 
Seres humanos patéticos... 
que a pesar de sus errores y dificultades... 
adelante siguen.

Miedo te dio continuar...

Quien se posa en su cuerpo
en su alma, una mariposa 
revolotea a mi alrededor;
cuan durmiente sin despertar
agonizante noche me espera....

Dios inexistente escucho 
tu susurro desde las lejanas
blancas banderas clavadas
en los corazones de cuerpos 
que sacrificaron su vida a 
cambio de nada...

Escucho la lluvia de color 
rojo que cae de la frente 
de los que sobrevivieron a tus 
interminables batallas;
la tierra que piso bien lo sabe.

Mi alma se opone, no 
quiere oír los gritos que 
aclaman tu presencia y que 
el silencio es su respuesta;
mi corazón odia el silencio 
injusto... con muertes incluidas.

Cabalgando a través del bosque
alzado con negros espíritus; en busca
de un alma capaz de acabar lo 
que tu empezaste y miedo te dio 
continuar...

Rabia y tristeza

El cielo negro con sus
múltiples estrellas me
miran desde el lejano universo.

Aquí abajo las rosas son
acariciadas por una brisa
otoñal que se aproxima,
oigo el quejido de la
madera mientras camino
por el espeso bosque.

Escucho voces... no se de donde provienen,
me dirijo a ellas sin titubear,
sin miedo... aparezco en medio
del bosque y ante mi un rosal
azul silvestre circundante...
y en medio del rosal una rosa negra,
la cual me susurra...

La vida no esta hecha para cobardes...

La navaja que empuñaba mi
mano derecha y su delicado frío
filo se posaba en mi muñeca izquierda... cayó,
al aun cálido y húmedo suelo...
junto con mis lagrimas de rabia y tristeza...

Vidas pasadas

Posada en un viejo armario 
tu urna con tus cenizas se encontraba,
Ya hace tres mil años desde que falleciste
en mis gélidos brazos, aquella tarde
del más cruel otoño... el cual aún no he olvidado.

Recuerdo tus ultimas lagrimas, 
mientras el sombrero se desprendía de 
tu cabeza y tus manos temblaban de frío
y miedo, las alzabas agarraste mis mejillas,
con ternura me regalaste tu ultimo beso
trás el tu alma se desprendió de tu ya 
fallecido cuerpo.

Tan solo de recordar aquel punzante dolor 
en mi frío pecho, mis ojos se entristecen
sin remedio... Tres mil años sin tu armoniosa
presencia... 
¿Que puedo hacer, con esta vida eterna?

No hay ancla que me retenga, tan solo
un borroso, triste y dolorido recuerdo...
de mil vidas pasadas.

Madre

Se escuchaba desde lo lejos

el tronar de sus herraduras

contra el suelo, mi corazón

latía sin control, sabia que

mi fin se acercaba por cada

cabalgada.

Lento muy lento se acercaron

los cuatro. Cuatro jinetes de

ojos rojos y túnicas negras

señalaban donde reposaba

mi cuerpo.

Mis ojos se abrieron con fuerza,

la espada que mis manos llevaban

con gran fuerza la agarraban,

un estallido de la nada salió,

como un relámpago mi alma atravesó

mis brazos se alzaron y la espada cayó.

Los cuatro jinetes de sus monturas

descendieron, ante mi se arrodillaron

—¡Mi reina!—. Me llamo el primero

empezando por la izquierda,

—¡Mi dama!— menciono el segundo

—¡Mi señora!— el tercero me llamo

con ímpetu, —¡Mi ángel!— el cuarto

y último jinete así me llamo y una

túnica blanca me entrego y los

cuatro jinetes a la vez alzaron su voz.

—¡Bienvenida, de nuevo a la vida! ¡Madre!—.

Madre II

Dos de los jinetes se

acercaron, el jinete de

la derecha con una suave

voz me susurro.

—De nuevo juntos, después

de mil años sin vuestra

presencia, ángel nuestro.
—Termino con un beso en

mi mano.

De mis eternos ojos

descendieron dos lágrimas

tan frías como mi alma se

encontraba.

El jinete de la izquierda

me miró y con una sonrisa

burlona me elevó a una

montura, mientras rezaba en

lengua muerta. —Madre del frío,

madre de la vida y nuestra muerte.

Heladas se quedaron mis voces

mientras avanzabamos sin destino

ni propósito, aterrada aclamaba

al cielo.

Cuatro jinetes empezaron

siendo, un tiempo cabalgando

tres más se unieron, más tiempo

pasó, cuando un ejército de jinetes

de ojos rojos y túnicas negras hijos

míos proclamaron su presencia.

Pasaron semanas, meses sin

descanso, desfallecida y sin

aliento caí al frío de un valle,

apenas podía vislumbrar más

allá de la niebla gélida, mi

corazón ignoraba la llegada

de la guerra entre hombres

y dioses que nunca pudo

ser contada.

Madre III

De rizos azules se componía

su cabello, ojos verdes cristalizados,

un ángel descendió del cielo,

alzo su mano derecha y

el tiempo paró, su mano

izquierda me tendió y mientras

me elevaba mencionaba.

—Querida pues una guerra

da comienzo y tu estarás

en medio, tú serás el sacrificio,

eres la madre de su muerte,

serás su guía entre este mundo y

el que no puede ser visto.

Mis ojos no dejaron de

humedecerse mi latir no

dejo de acelerarse y cuando

menos me lo espere el

tiempo prosiguió, sin vislumbrar

mi muerte una flecha atravesó

mi corazón.

No sentí ni el más mínimo

dolor pues el batir de unas alas

me despertaron del que iba a ser

un sueño sin retorno.

De nuevo en pie, mis secos

ojos veían los que proclamaban

ser hijos míos, ahora sin ojos

rojos ni túnicas negras, tan solo

hombres sin vida ni armadura

que esta pudiera proteger.

Una luz atravesó el gris cielo

un tintineo recuerdo que me

llamaba, una suave voz, como

la de un susurro aun más susurrado

me guiaba hacia el pie de la montaña

que allí en el frío valle descansaba.

Como de acero y cobre una puerta

se apareció en la oscura y dura roca

y ante los hombres que me seguían

se abrió, en un pequeño arco entre

el lado derecho y el izquierdo una

inscripción en lengua muerta rezó

«Sólo los que se lo merezcan estas

puertas podrá pasar, solo el de puro

corazón su muerta vida dejará atrás,

una nueva podrá comenzar».

FIN.

Psiquiátrico

Despierta a estas horas

de la madrugada y a la vez

dormida entre sueños.

Viajo entre realidades

sin envejecer entre años.

De una dimensión a otra

de un mundo a otro,

de una vida sencilla a

otra llena de lujos.

De ser poeta paso a ser

actriz, de humilde granjera

a emperatriz.

Viviendo mi presente entre

sueños, despertando y

reviviendo la historia.

Rebelde, oponiéndome

a un ejercito, alzando

mil banderas diferentes y

dando la vida por cada

una de ellas.

Viajo entre universos,

entre mundos, entre realidades,

alzando el vuelo, cayendo por

precipicios, hundiendo acorazados,

luchando por sobrevivir en desiertos

secos y helados.

Un idioma diferente cada vez

no siempre soy la misma

persona, puedo ser hombre

o mujer.

Viajo entre realidades,entre

dimensiones, entre mundos

increíbles, sin dejar de correr,

sin dejar de volar, sin dejar

de creer, sin dejar de sentir

ni de tocar, sin dejar de escuchar.

Aquí dentro de estas cuatro

paredes acolchadas 

que forman este 

edificio llamado... psiquiátrico.